La “Confección de Máscaras”: Un Estudio Antropológico Contemporáneo

La “confección de máscaras” es un proceso que va más allá de lo artístico; es un estudio antropológico moderno que explora lo puramente imaginario. A través de la utilización del entorno como fuente primaria de inspiración y exploración, el trabajo se convierte en una investigación visual de lo que se esconde detrás de la cotidianidad.

Por un lado, la fotografía es la herramienta que me permite documentar lo que llamo “vida cotidiana” o “elementos de la cotidianidad”. A partir de ahí, las formas geométricas y orgánicas se entrelazan, invitando a la interpretación desde distintos puntos de vista. Este diálogo visual evoca una experiencia psicodélica que responde a la dualidad, la espiritualidad y la naturaleza humana, tocando tal vez su aspecto más primitivo y esencial.

Desde la perspectiva técnica, el bolígrafo en gel se convierte en mi medio principal o inicial. Este método, aunque sencillo, me permite ralentizar el proceso creativo, algo esencial para la construcción de símbolos —o múltiples símbolos— que no solo evolucionan, sino que transforman el universo de cada pieza final. A menudo, combino esta técnica con otros procesos de impresión como la litografía, serigrafía, esténcil y grabado. Cada una de estas prácticas aporta una capa adicional de complejidad y profundidad al trabajo, permitiendo que la pieza se desarrolle a lo largo de semanas, meses, e incluso años de dedicación.

Las composiciones que surgen de este proceso sugieren imágenes totémicas y ritualistas, jugando con la percepción de cada observador. A través del uso del color y la forma, se establece un diálogo surrealista e inconsciente, abriendo una puerta a lo oculto, lo introspectivo, lo que no se ve. Cada obra, por tanto, no solo invita a la interpretación, sino a una experiencia emocional, personal e interpretativa.